“ENCONTRÉ MI TABLA DE SALVACIÓN”: MADRES DE PACIENTES CUENTAN SUS HISTORIAS
Foto cortesía de Alicia Becker
La esperanza llegó a la familia Guerrero Becker de manera inesperada.
Un día, en el supermercado donde trabaja, Alicia Becker se encontró con https://www.casabetesda.cl/porq-las-mujeres-se-quedan-solteras/, uno de los pacientes de Casa Betesda. Él le brindó a la madre de Raúl Guerrero la orientación que ella necesitaba en ese momento para que su hijo ingresara a nuestra fundación.
La incorporación finalmente se concretó en marzo de 2019. “Este fue mi salvavidas”, recuerda Alicia.
UNA PERSONA MÁS INDEPENDIENTE
La vida de esta mamá cambió de inmediato después de dar a luz a su primogénito. Ella y su marido, ambos jugadores de baloncesto y un matrimonio que recién comenzaba, no conocieron las condiciones del bebé antes del nacimiento: “Tuvimos que enfrentarnos a cosas que jamás en la vida nos habían pasado por la mente”.
Muy pronto la pareja Guerrero Becker comprendió que tenía que esforzarse el doble para salir adelante con su hijo, un chico de 26 años de edad, a quien su madre describe como muy cariñoso y amigable, pero al que no le simpatizan los ruidos fuertes.
Raúl padece de pagina para conocer personas de todo el mundo, un defecto del tubo neural en el cual los huesos de la columna no se forman en su totalidad debido a un trastorno congénito. “Él ha estado en silla de ruedas desde siempre”, atestigua Alicia.
Conseguir un lugar en donde se le brindaran a Raúl los cuidados que él necesitaba no era fácil debido a su edad, pues en Chile no hay muchas instituciones que reciban a adultos con discapacidad.
“Tuvimos que enfrentarnos a cosas que jamás en la vida nos habían pasado por la mente”
Alicia Becker
Alicia se paseó por distintas alternativas. Pagar una atención profesional en casa estaba descartado, porque la familia no tiene los recursos económicos suficientes. Incluso pensó en dejar de trabajar para cuidar a su hijo, pero sabía que quedarse en casa no era justo “ni para él, ni para mí”.
Conocer que nuestro centro de rehabilitación integral existía le cambió la vida a esta madre, al resto de la familia y, por supuesto, a “Raulito”, como ella cariñosamente lo llama, pues “con harto esfuerzo y harto empuje” él se ha convertido en una persona más independiente. “Encuentro que es genial, porque los tienen (a los pacientes) ocupados en talleres; creo que siguen manteniendo activa su mente”, observa.
Por esta razón, Alicia enfatiza que en Casa Betesda encontró su “tabla de salvación”.
“Yo creo que esta es una oportunidad para que una familia deje a su hijo en manos confiables y a la vez pueda seguir adelante en la vida”, sostiene.
INTEGRACIÓN AL ENTORNO
Lo que ofrece nuestro centro de asistencia es integral, porque no solo se enfoca en lo físico, sino también en lo espiritual.
Así lo reconoce Andrea Santander, madre de Alonso Ruiz, diagnosticado con parálisis cerebral al nacer, al que igualmente admitimos en marzo de 2019.
“Se siente muy acogido”, expresa Andrea, a quien se le ilumina la mirada cuando habla de Alonso: “Él está muy feliz”, y comenta que por ser uno de los más jóvenes (tiene 19 años), en Casa Betesda es “muy regaloneado”.
Nuestra rehabilitación implica la participación activa de los familiares en el esfuerzo de lograr que el paciente se integre -de la mejor forma- a su entorno.
Foto cortesía de Andrea Santander
“MI EJEMPLO, MI ENERGÍA”
A Andrea siempre se le ve sonriente. Sin embargo, confiesa que hubo momentos en los que la felicidad parecía haberse esfumado: “La sociedad en general no entiende mucho, y es agotador tratar de ir contra la corriente”.
El apoyo del papá de Alonso ha sido crucial para mantenerse en pie.
“La sociedad en general no entiende mucho, y es agotador tratar de ir contra la corriente”
Andrea Santander
Hoy se refiere a su hijo como el ser que la ha enseñado a ser mejor persona, a tener una perspectiva diferente del mundo, a identificar las verdaderas prioridades: “Él es mi ídolo, mi ejemplo, mi energía, mi todo”.
Casos como los de Andrea y Alicia hay muchos, madres que, contra todo pronóstico, se esmeran a diario para darles nuevas oportunidades a sus hijos. Su ímpetu merece ser reconocido. Por ello reservamos este espacio para exaltar la tenacidad de estas valientes mujeres.
*Redacción: Elianeth Pineda / Moisés Hernández
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